Seroiro, parroquia formada por los pueblos de Andeo, Dou, Mourentan, Pradias, Fulgueiras, Forna, Valdebois, Uría, Valvaler y Seroiro.Todos ellos en los valles de subida al Pozo de las Mujeres Muertas. Su río principal, el Aviouga, afluyente del Ibias. Casas blasonadas en Seroiro ( la del Meirazo) en Andeo ( la de Manolón) y en Uría ( la de Doña Vicenta). Dos Dólmenes certifican que es territoro poblado desde muy antiguo, los situados en Seroiro ( el Chao de Leda) y en Andeo/Pradias ( en el chao da Serra).















martes, 10 de noviembre de 2009

El Trasgu


El Trasgu es un duende pequeño, de apariencia humana, que viste blusa y gorro colorado y que suele ser cojo o tener la mano izquierda agujereada. Su principal afición es molestar y gastar bromas pesadas a los habitantes de la casa, romper cacharros, asustar al ganado en las cuadras y hacer ruidos nocturnos por el desván. El trasgu es un duende familiar, y es muy difícil deshacerse de él. Algunas familias que se vieron obligadas a abandonar sus casas por culpa del trasgu decidieron regresar al comprobar que éste delataba su presencia en el carro de la mudanza o que caminaba detrás de la recua con algún objeto olvidado por la familia. Al trasgu le gusta ayudar ( a su manera ) en las labores del hogar, y la única forma de librarse de él es encomendarle tareas imposibles, como coger agua en un cesto, lavar una piel de oveja negra hasta que se vuelva blanca o mandarle recoger un puñado de mijo esparcido por el suelo, cuyo grano es tan menudo que se cuela por el agujero que tiene en su mano izquierda.
En Asturias, el trasgu recibe diferentes denominaciones según los lugares. Así, se le conoce como el Trasno, el Cornín o xuan dos Camíos, en la zona occidental, y como el Gorretín Coloráu o el de la gorra Encarnada, en los concejos más orientales.


Es duende casero, por la noche entra en las casas si está el fuego encendido. Si está de buen humor y le tratan bien, se preocupa de trabajar colocando las cosas en su sitio, limpia y barre la casa. Cuando está malhumorado, porque le han tratado mal, hace travesuras en la casa, revuelve las arcas y cajones, cambia y rompe cacharros, esconde objetos, saca las vacas del establo y lo lleva al abrevadero espantando a las reses, alborota y grita.



Foto: el_lejano_oeste

En esta fotografía de Ibias, no diremos el lugar exacto por motivos obvios, se le puede observar perfectamente, como sentado al borde el camín, fuma tranquilamente su pipa, mientras piensa en sus próximas travesuras.
¿ A caso hacen falta más pruebas para dejar de dudar de su existencia?
La verdad, está ahí fuera.

1 comentario:

  1. En mis tiempos de niñez, acojonaban a os nenos
    con el demo,pero a los de hoy no los asusta, ya se acostumbraron a vivir con él.
    Un saludo.

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